domingo, 5 de julio de 2009

Chau clausura



El conjunto leproso se despidió sin pena ni gloria del torneo, o mejor dicho con más pena que gloria. Luego de un arranque electrizante, en el que se le gano a Gimnasia y Boca de visitante, el equipo se empezó a desdibujar. El inicio ilusionaba con poder pelear arriba pero ni siquiera se logró el segundo objetivo que era entrar en la copa Sudamericana.


En muy pocos momentos a lo largo de las 19 fechas Newell’s mostró una idea de juego definida. Solo ráfagas en algunos momentos que de poco sirvieron. En un torneo mediocre, la Lepra no fue la excepción. Se perdieron puntos insólitos contra equipos de muy bajos recursos como pueden ser Arsenal, Banfield, Gimnasia de Jujuy entre otros.


El equipo conducido por Roberto Sensini se caracterizó en todo el torneo por su irregularidad. Solo obtuvo 2 triunfos en el Coloso y otros tantos afuera de casa, siendo un número muy pobre para alguien con grandes aspiraciones. Si bien solo se perdió un solo encuentro en el parque, coleccionamos muchísimos empates que no nos conducen a nada.


Solo en pocas ocasiones el técnico repitió el equipo de un partido al otro, y esto es una clara muestra de que nunca encontró el equipo titular. Si hasta la defensa, que hasta este torneo era lo mas firme que ofrecía el conjunto rojinegro, sufrió varios cambios. Tan es así que empezó jugando con línea de cuatro y lo termino haciendo con 3. Ni hablar de los delanteros, que en solo ocasiones contadas con los dedos de la mano estuvieron a la altura de las circunstancias.


La falta de contundencia y el desorden de un equipo sin una idea de juego clara son el fruto de esta mala campaña. Sacando 10 puntos menos que en apertura pasado.
Es cierto que es el primer torneo en esta etapa de cambios y reordenamiento del club, pero no podemos quedarnos con eso. Han llegado las vacaciones y es tiempo de pensar. Viene un trabajo difícil, que es el de poder elegir jugadores que estén aptos para defender la gloriosa rojinegra. No es trabajo sencillo, solo deseamos que quienes tienen esta responsabilidad puede hacerlo de la mejor manera.


Sabemos que el presupuesto es corto y con este plantel es difícil poder lograr algún objetivo interesante. A esto hay que sumarle que es muy probable que por lo menos un jugador sea transferido. Con todas estas incertidumbres planteadas creo que es buena la idea de mirar para abajo y pensar en inferiores, pero los chicos que vallan subiendo deben tener referentes en quienes poder apoyarse.


Es acá que veo con buenos ojos la idea de incorporar jugadores con cierto recorrido en el futbol y que a la vez conozcan el club, que puedan venir a jugar al club y a dar una mano a los chicos de abajo. Siempre y cuando estos estén aptos para jugar al nivel que Newell’s los necesita, y luego de hacer un examen físico y futbolísticos de cómo llegan cada uno de ellos.


Es una incógnita saber que pasará el semestre que viene, solo recordar que no hay que esperar a tocar fondo para reaccionar. Es por eso que en este receso de deben tomar decisiones serias a nivel futbolístico.


Para que Newell’s vuelva a estar en la pelea necesitamos que la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores entiendan de que se trata esto. Dejo afuera al hincha, porque es el único que lo entendió hace rato. Y en el hincha me detengo. Es el que hace el esfuerzo partido tras partido para poder estar en la cancha, el mismo que dio una mano grandísima para recuperar el club.
Cada jugador que se ponga la rojinegra debe saber que atrás de él tiene todo un puedo que le brinda su apoyo incondicional, que todo una cuidad se desgarra partido tras partido alentando. Tienen que saber que Newell’s enseña futbol desde 1884 y que en el lugar que están ellos hoy quisieran estar miles de jugadores. Pero ojo muchachos, a no abusarse, porque como somos tan generosos a la hora de asistir, de apoyar y de alentar, somos tan sabios a la hora de condenar.


Solo aquellos que tengan buen juego sumados a la garra y la pasión que implica jugar con la gloriosa rojinegra podrán entrar en el salón de la fama. Ese salón que no es fácil ingresar pero que el que entra queda marcado a fuego. En este salón están esperando los Martino, los Griffa, los Bielsa, los Zanabria, los Pontoni, los Belen, los Alfaro, los Montes, los Gallego y tantos otros. Está en sus manos la posibilidad, la puerta esta abierta. Pero nunca olviden que visten la camiseta más maravillosa del mundo, esa tan hermosa partida al medio, con el rojo en la derecha y el negro en la izquierda. Esa que tiene todo un pueblo atrás que es capaz de dar la vida por verla en lo más alto del mundo. Circunstancialmente son ustedes los que defiende la camiseta adentro de la cancha, pero somos nosotros los que lo hacemos grande día a día. Es por eso que somos conocidos, tan acertadamente, como el glorioso Newell’s old Boys.

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