Se volvió al triunfo y es noticia. Después de dos partidos el equipo dirigido por Roberto Sensini se quedó con los tres puntos en su visita a Lanús. Con los goles internacionales de Boghosian y Achucarro, La Lepra ganó 2 a 0.
Desde el arranque, con la misma formación dispuesta por el técnico Leproso, se veía un equipo más ofensivo. Cuatro fueron los cambios a diferencia del pasado partido con Argentino, y hasta el sistema táctico fue distinto. Esta vez Boquita decidió jugar con una línea de 3 en el fondo, 4 volantes, un enganche y los dos puntas.
La defenza nunca perdió el orden, tanto Insaurralde como Schiavi y Machuca no sufrieron alteraciones. El medio estuvo ordenado como de costumbre, con Mateo y Bernardi muy concentrados, corriendo, robando pelotas y entregándola redonda.
Por afuera Vangioni hizo lo propio como hace siempre, y por derecha el ingreso de Franco Dolci fue positivo. Le sumó dinámica, llegada y marca. Sanchez Prette hizo las veces de enganche, muestra que tiene cualidades para hacerlo pero ayer estuvo un poco impresivo.
El aporte de los delanteros fue muy positivo, tanto Achucarro como Boghosian debutaron en la red, cortando una racha de 768 minutos sin que los atacantes puedan convertir.
Es muy injusto nombrar recién a Seba Peratta, quién demostró un altísimo nivel en el partido de ayer, cada vez que se lo necesitó respondió, tuvo aportes muy interesantes y los triunfos se aferran en el arquero leproso que brinda seguridad.
Lo importante es que se ganó, ante un rival un poco diesmado pero que siemrpe es duro, con jugadores muy buenos, principalmente de mitad de cancha en adelante.
El reconocimiento a Sensini, tantas veces resistidos, está vez tubo mucho que ver en el desarrollo del partido. Con esta actitud se pueden lograr más triunfos que derrota. El juego mejoró y para ganar el viernes a las 21 contra Banfield va a haber que seguir limando errores.
La gente demuestra día a día porque lucen orgullosos la camiseta rojinegra en cada cancha, día a día dejan claro que son los que más contribuyen a la grandeza de nuestro querido Newell's. Todo el partido pareció local el rojinegro, por el aliento incesante de sus miles de fieles.
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