Sina, naciste hijo mio

Como toda historia tiene un principio, ésta también lo tiene.

Como desde 1884 somos la primera escuela de fútbol del país gracias a Don Isaac y desde 1903 de la mano de Claudio Lorenzo Newell somos la institución más gloriosa, algún día comenzó esta historia llamada "clásicos".

"Clásicos", porque cada día que pasa lo es menos, porque cada instante queda demostrado quien es más grande y quien más chiquito.Pero esto no viene desde hoy, esto viene desde hace más de un siglo atrás, viene desde 1905.

Dos años después de ser el Club Atlético Newell’s Old Boys hubo gente que quiso desafiarnos, hubo atrevidos que pensaron en ser superiores, y que mal les fue.

Un 18 de junio es uno de los punta pie iniciales de mi riquísima historia. Esa tarde, en medio de la Copa Pinasco se enfrentaron dos equipos. Era el glorioso Newell’s, el mismo equipo que enseñaba fútbol, ese que defendía los colores rojo y negro y que es el mejor semillero del deporte más popular de nuestro país. El otro equipo, el ya conocido por sus colores payasezcos y sus típicas actitudes de cobardía que se repiten día a día.

Para que alguno de estos dos hoy pueda decir naciste hijo mió, tenia que ganar ese partido. Y la historia dice que ese día en Plaza Jewell, el conjunto con más aliento se llevó el triunfo. Acá nace la paternidad, acá se engendra eso de padre y de hijo. Esa tarde queda demostrado quien es el que tiene más aguante y por lógico quien es superior. Esa tarde , como tantas otras, ganó el glorioso Newell’s.El gol lo hizo el recordado Faustino Gonzáles y desde este día te digo: "Sin Aliento naciste hijo mió". El 18 de junio de 1905 es el inicio de la paternidad, a partir de este día empiezo a entender muchas cosas. Desde hace 104 años festejamos en sus caras.

El primero fue nuestro, como la fiesta de toda la vida. Ahora si te entiendo Mario cuando hiciste ese enorme y eterno gol y lo gritaste como el más importante, ahora si te entiendo Marcelo cuando prometiste cortarte un dedo si les convertíamos 5 goles, ahora si te entiendo Damián Manso cuando brillabas en los clásicos, ahora si te entiendo Gordo cuando le mostraste tu lengua tal cual era, ahora si Santamaría entiendo porque siempre les hacia goles y te entiendo a vos Paulovich llevándote tus manos a la oreja en forma de topo yiyo. Te entiendo a vos Tata que en los clásicos la rompías y te entiendo Condorito Ramos. Ahora si puedo comprender por qué Lucas en estos partidos da un plus y por qué Kurt orgulloso cuenta que lindo es ganarles.

Ahora entiendo mi locura por ganarles, seguro es la misma energía y ganas que pusieron nuestros héroes esa gloriosa tarde. Ellos nos dieron la posibilidad de decir que nacieron hijos nuestros y por todo esto: ETERNAS GRACIAS Y SIEMPRE ESTARÁN EN EL RECUERDO DE TODO LOS LEPROSOS. Los héroes son: Caloso, Hiriart, Barcelona, Wheeler, Fradua y Balbiani. Heitz, Moore, González, Viale y Prats.